lunes, 26 de enero de 2009

* "LA RADIO"


Bueno! Pues se acabó la quimio.

Ya hace más de una semana que estoy totalmente operativa, pero estoy un poco más vaga a la hora de escribir. Será que no lo necesito tanto.

Pero como quiero hacer un registro, de todos los pasos de los tratamientos, pues aquí estoy de nuevo.

Bueno, pues después de la última quimio, la semana del achuchón ha sido menos dura que las anteriores, aunque resulta igualmente insoportable, por el cansancio, el mareo, las náuseas, acompañadas de una sensación de no tener fin. Pero lo tiene, que aquí estamos.

Después de ésto, he empezado a moverme otra vez para conseguir las distintas pruebas que tengo que hacer ahora, así como volver a visitar a los doctores que me controlan.

Mi ginecólogo habitual, que tendrá que llevar un control de mi endometrio, que es el que puede sufrir los efectos del tamoxifeno. El doctor que me operó, que controlará el pecho derecho que es el intervenido, así como el izquierdo que tiene un "bultito" que también me tendrán que extraer, según me comentó, aunque es benigno.

Las pruebas que me han solicitado del centro oncológico en el que me administraban la quimioterapia, cuyos resultados tendré que presentar en unos días (un més después de la última sesión).

Para empezar la radio, primero me hicieron un tac para marcar la zona donde se aplicarà la radiación y el próximo día me harán unas radiografías y ya empezaremos con la "radio".

Y de momento eso es todo.

jueves, 8 de enero de 2009

*4ª sesión de quimioterapia ¡the last one!


¡Por fín! ¡La última!

Vamos quemando etapas.

Volvemos de las fiestas. Agradezco enormemente que me hayan dejado disfrutarlas sin interrupción.

Hoy he pasado mi última sesión, igual que las anteriores (hasta ahora). En las próximas horas veremos como se manifiesta, ya que parece que aquí las matemáticas no existen, cada sesión es una incógnita en lo que a sus efectos se refiere.

Detallaremos un poquito. Primero hemos ido a que me hicieran la analítica de rigor, que parece que ha ido bien, puesto que ha permitido que me administraran la quimio.

Después me han dado "el chute", que en mi caso dura poco más de media hora.

Cuando hemos salido, me han dicho que tenía que hablar con el doctor, supersimpático y con muchas ganas de explicar la situación (no es el que me atendió inicialmente) que me ha indicado un poquito los pasos a seguir.

Me ha dicho que debía empezar ya a tomar el tratamiento hormonal en cuanto tuviera las pastillas (tamoxifeno), que no tenía que esperar a acabar con la radioterapia. Me ha parecido estupendo, cuando antes empiece todo, antes acaba. Ya sé que no viene de un mes tratándose de un tratamiento de 5 años, pero, para que esperar ¿no?

Tengo que acudir a mi ginecólogo para empezar a hacer el seguimiento, puesto que el tratamiento hormonal así lo requiere, ya que incrementa el riesgo de padecer un cancer de endometrio.
Aprovechando la verborrea y elocuencia del doctor, le he pedido explicaciones al respecto y me ha dicho que precisamente el control hace muy remota esa posibilidad, ya que el riesgo existiría en el caso de no haber seguimiento, que al hacerse, ya no permite que se desarrolle ningún elemento ni célula cancerígena, qué se detectaría de forma precoz.

También tendré que acudir de nuevo al centro oncológico dentro de un més, aportando los resultados de las pruebas que me han prescrito: un análisis de sangre (con marcadores tumorales), una densitometría ósea y una ecografía abdominal.

Y estos son todos mis deberes, de momento.

Aparte, decir que mi pelo no ha llegado a caer totalmente. Parezo un pollito cambiando las plumas.
Esta parte la hemos solucionado con pañuelos y algún sombrerito.

Mi brazo ha padecido ligeros síntomas de "flevitis", pero nada insoportable. Tal como me indicaron, me apliqué trombocid en la zona.
Imagino que si hubieran sido más sesiones me hubieran tenido que poner un port-a-cath, pero como sólo han sido cuatro, pues no ha sido necesario.

Llagas, tuve una trás la primera sesión y me duró muy poquito gracias a un medicamento que compré en la farmacia.

Mis uñas, se están volviendo negras en el nacimiento. Me han dicho que es otro efecto de la quimio, pero que se irán recuperando.

¡Ah! ¡odio los calipos de lima limón!
Son los helados que he tomado durante mis sesiones quimioterápicas, y he de decir que si bien ya no eran santo de mi devoción, ahora me producen una sensación muy desagradable, cercana a la náusea, sólo de pensar en ellos.

Nada más. Me retiro a esperar mis síntomas, que si puede ser, pido que sean leves, aunque ahora estoy más dispuesta, ya que sé que no me van a volver a molestar por lo menos de momento.